El Halcón de Eleonora (Falco eleonorae), en inglés Eleonora’s falcon, es una notable ave de presa con características distintivas. Esta rapaz de tamaño intermedio mide entre 36 y 42 cm de largo, con una envergadura que oscila entre 87 y 104 cm. Existe una ligera diferencia de tamaño entre sexos, siendo las hembras algo mayores. Su plumaje presenta dos variantes: una oscura, predominantemente marrón o negra, y otra clara, con tonos grisáceos en la parte superior y más pálidos en la inferior. Sus alas son alargadas y puntiagudas, típicas de los halcones, y posee una cola larga. Su pico, corto y curvo, está adaptado para desgarrar carne.
Su dieta varía según la época del año. Generalmente se
alimenta de insectos voladores como escarabajos, libélulas y polillas, que
atrapa en el aire. Sin embargo, durante la temporada reproductiva, cambia a una
dieta carnívora, cazando principalmente aves migratorias pequeñas, sobre todo
paseriformes. Su técnica de caza es impresionante: se eleva a gran altura y se
lanza en picado sobre sus presas con gran velocidad y precisión.
La reproducción del Halcón de Eleonora es peculiar. Anida en colonias en acantilados costeros e islas pequeñas. El cortejo incluye vuelos acrobáticos y ofrendas de alimento del macho a la hembra. Esta pone de 2 a 4 huevos en un nido simple en una repisa rocosa o una pequeña cavidad. La incubación dura aproximadamente 28-30 días. Ambos progenitores participan en la crianza de los polluelos, que permanecen en el nido unos 35-40 días antes de su primer vuelo.
Esta especie habita principalmente zonas costeras e insulares del Mediterráneo y el Atlántico nororiental. Sus principales áreas de cría se encuentran en islas y acantilados costeros de Grecia, España, Italia, Croacia y el norte de África. También se encuentra en las Islas Canarias y algunas islas del Océano Índico.
En España, cría en las Islas Baleares, especialmente en Mallorca, Cabrera, Ibiza y Formentera. Las Islas Columbretes en la Comunidad Valenciana es otro importante lugar de cría. En las Islas Canarias, se encuentra en Alegranza, Montaña Clara, los Riscos de Famara en Lanzarote, y en menor medida en Tenerife y La Palma. También se han registrado algunas parejas reproductoras en acantilados costeros de Almería y Murcia.
Las islas no solo son zonas de cría, sino también puntos de paso migratorio. Durante las migraciones, se pueden observar en el interior peninsular, descansando en grandes embalses y humedales, o alimentándose en la meseta castellana, donde encuentran insectos, aves pequeñas migratorias, roedores, reptiles y murciélagos.
La fotos de esta entrada se han realizado en su mayoría en
la meseta castellana, en una parada que realizan todos los años en su largo
viaje. Aparte de los alimentos que antes he relacionado, aquí encuentran
enjambres de el escarabajo de San Juan, también conocido como "Melolontha
melolontha" o "abejorro sanjuanero". La aparición del escarabajo
de San Juan coincide con parte del período migratorio del Halcón de Eleonora,
especialmente en su viaje hacia el norte. Su vuelo nocturno coincide con los
hábitos de caza del halcón y pueden capturar estos escarabajos en vuelo,
aprovechando su agilidad y velocidad. La caza de estos insectos requiere menos
energía que la persecución de aves, lo que es muy beneficioso durante la
migración.
Es altamente migratorio. Tras la temporada de cría, entre agosto y octubre, emprende un largo viaje hacia sus zonas de invernada, principalmente Madagascar, recorriendo casi 10.000 km por trayecto. Algunos individuos invernan en las costas de África oriental y en islas del Océano Índico. Su migración es fascinante, implicando un vuelo casi directo sobre el Sahara y gran parte de África continental, cubriendo distancias de hasta 800 km diarios.
Es una especie diurna y social, formando colonias durante la época de cría que pueden llegar a cientos de parejas. Fuera de esta temporada, es más solitario y se dispersa ampliamente. Está clasificado como de "Preocupación Menor" por la UICN, pero enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, contaminación y cambio climático.
El nombre de esta especie proviene de Eleonora de Arborea, jueza de Arborea en Cerdeña en el siglo XIV, quien promulgó leyes para proteger a estos halcones. En algunas culturas mediterráneas, especialmente en Grecia, se le considera un símbolo de libertad y fuerza. Su capacidad para realizar largas migraciones y su presencia en islas remotas ha contribuido a su mística en las comunidades costeras.
Este fascinante halcón es un ejemplo notable de adaptación evolutiva, con su ciclo reproductivo sincronizado con la migración de sus presas y su capacidad para realizar extensas migraciones intercontinentales.
A continuación incorporamos algunas imágenes de esta especie:
