Esta ave de tamaño medio sobresale por su plumaje de tonos vibrantes. Su cuerpo luce un intenso azul turquesa que contrasta con el marrón rojizo de su dorso y alas, aunque estos matices del azul varían según la iluminación. Su cabeza, cuello y pecho ostentan un azul celeste. Su pico negro, ligeramente curvado hacia abajo, le confiere una apariencia única.
Sus alas alargadas y puntiagudas, junto con su cola cuadrada adornada por esbeltas plumas exteriores, le otorgan un aire de distinción. Sorprendentemente, estos pequeños seres de apenas 30 centímetros emprenden largas travesías migratorias entre África y Europa para reproducirse en tierras españolas. Son, por tanto, aves estivales que pasan el invierno en África en busca de alimento.