Amanecer en el Embalse de Santillana. Sierra de Guadarrama. Madrid. España.

Descubriendo la naturaleza a través de las aves….

1 de julio de 2024

La Carraca europea: un espectáculo de color en nuestros campos

Permítanme compartir mi admiración por una de las aves más deslumbrantes que he tenido el privilegio de observar en España: la Carraca europea (Coracias garrulus), conocida en inglés como European Roller. Cada vez que la veo y capturo con mi cámara, quedo impresionado por su incomparable belleza.

Esta ave de tamaño medio sobresale por su plumaje de tonos vibrantes. Su cuerpo luce un intenso azul turquesa que contrasta con el marrón rojizo de su dorso y alas, aunque estos matices del azul varían según la iluminación. Su cabeza, cuello y pecho ostentan un azul celeste. Su pico negro, ligeramente curvado hacia abajo, le confiere una apariencia única.


Sus alas alargadas y puntiagudas, junto con su cola cuadrada adornada por esbeltas plumas exteriores, le otorgan un aire de distinción. Sorprendentemente, estos pequeños seres de apenas 30 centímetros emprenden largas travesías migratorias entre África y Europa para reproducirse en tierras españolas. Son, por tanto, aves estivales que pasan el invierno en África en busca de alimento.
El hábitat predilecto de la Carraca europea son las zonas despejadas con cultivos, campiñas, praderas y arbolado disperso. Se establece en dehesas, pinares y alcornocales poco densos, así como en sotos cercanos a áreas de cultivo y paisajes agrícolas variados. Es poco frecuente o ausente en regiones muy áridas o sin árboles, así como en bosques frondosos. Su presencia parece estar ligada a la disponibilidad de sitios adecuados para anidar.

Su dieta se basa principalmente en insectos, y observarla cazar es todo un espectáculo. Permanece inmóvil en su percha, escrutando el suelo, y de repente ¡zas! Se lanza en picado para atrapar algún escarabajo o saltamontes desprevenido. En ocasiones puede consumir pequeños vertebrados como lagartijas, culebras y ratones, a los que da muerte con su robusto pico.


Sin embargo, lo más impresionante es su periodo de reproducción. Imagine la escena: un macho de esta especie realizando acrobacias aéreas, girando y haciendo piruetas para impresionar a una hembra, a la que ofrece insectos como cortejo. ¡Es un auténtico espectáculo natural! Una vez formada la pareja, buscan una oquedad en un árbol añoso o incluso en alguna construcción para establecer su nido. La hembra deposita entre 4 y 6 huevos blancos y brillantes, y ambos progenitores comparten la incubación durante unas tres semanas.

Durante casi un mes, los adultos se dedican por completo a alimentar y cuidar a sus polluelos hasta que están listos para abandonar el nido. Las crías nacen sin plumas y ciegas, totalmente dependientes de sus padres.


La principal amenaza para la conservación de esta ave es la pérdida de hábitat debido a la intensificación agrícola, los cambios en los cultivos, la desaparición de linderos arbolados y el deterioro de construcciones rurales aptas para la nidificación. Además, el uso masivo de insecticidas afecta la disponibilidad de presas y puede causar intoxicaciones. También son frecuentes los accidentes en tendidos eléctricos y los atropellos. Por último, se reportan importantes cantidades de ejemplares abatidos por caza en sus zonas de invernada en África. Es posible que se capture ilegalmente para su venta como mascota exótica.

Las medidas para su protección incluyen el mantenimiento de la agricultura tradicional y la ganadería extensiva, el control del uso de plaguicidas y la conservación del arbolado. En cualquier caso, sería recomendable revisar su catalogación estatal y declararla "En Peligro de Extinción", lo que desencadenaría una serie de mecanismos legales que obligarían a la elaboración de planes estatales y autonómicos de conservación y recuperación, así como a la asignación de fondos para su implementación.


En muchas zonas rurales españolas, las Carracas europeas son conocidas como "Carlanco" o "Carranco". Según la leyenda, el nombre proviene de un antiguo rey moro que, al ver por primera vez el ave, quedó tan impresionado por su color que exclamó "¡Qué grupa más cara!", refiriéndose al alto precio que estaría dispuesto a pagar por tener una. Con el tiempo, la frase se transformó en "Carlanco". También se cree que el nombre deriva de la onomatopeya de sus vocalizaciones. Los sonidos que emite el ave en vuelo se asemejan a los términos mencionados.

En Andalucía existe una curiosa creencia popular: se dice que si ves una Carraca posada en un olivo, ese año tendrás una buena cosecha de aceitunas. Los agricultores locales consideran que la aparición del ave es un buen presagio para sus cultivos.

Me llamó la atención una anécdota que me contaron de un pastor extremeño. Decía que la Carraca europea era conocida allí como "los guardianes de los pastos". Según ellos, estas aves tienen un comportamiento tan marcadamente territorial que ahuyentan a otras aves que podrían dañar los cultivos o molestar al ganado. ¡Imagínense que son pequeños centinelas alados que protegen los campos!

En algunas zonas de Castilla-La Mancha existe la tradición de que si los recién casados avistan una Carraca el día de su boda, tendrán un matrimonio feliz y duradero. El origen de esta creencia podría estar en que las Carracas forman parejas monógamas y comparten la tarea de criar a sus polluelos.


La región de Murcia alberga una leyenda particularmente fascinante. Se cuenta que hace mucho tiempo, cuando el mundo era en blanco y negro, un pintor decidió darle color. Comenzó a pintar el cielo de azul, pero se le cayó el pincel. Una Carraca entonces gris atrapó el pincel en pleno vuelo y quedó salpicada con sus ahora hermosos tonos azules y turquesas.

Un anciano de un pequeño pueblo de Aragón relataba que, según la tradición local, el número de vueltas que da un macho durante el vuelo nupcial puede predecir cuántos hijos tendrá una pareja.


Estas historias y leyendas no solo añaden un toque de magia a nuestras observaciones, sino que también reflejan la profunda conexión con la naturaleza que las comunidades rurales españolas han mantenido durante siglos. La belleza y el comportamiento único de esta especie han cautivado la imaginación de los españoles durante generaciones, tejiendo un rico folclore en torno a esta maravillosa ave.

Tenga presente estas historias la próxima vez que tenga la fortuna de avistar una Carraca en un campo.

Quizás no solo haya sido testigo de una maravilla natural, sino que también se haya convertido en parte de una tradición cultural centenaria. ¡Quién sabe, tal vez esté presenciando el nacimiento de una nueva leyenda!

A continuación reproduzco otras imágenes de esta especie: