Se alimenta principalmente de semillas de plantas herbáceas, granos, frutos secos y brotes. También consumen pequeños invertebrados y gusanos cuando están disponibles, especialmente durante la temporada de cría para el aporte adicional de proteínas.
Prefiere áreas abiertas o semiabiertas con árboles dispersos, campos de cultivo, bordes de bosques y huertos. La tórtola europea anida en arbustos bajos, setos y, ocasionalmente, en árboles.
Construye un nido frágil con palitos y ramas en donde la hembra suele poner dos huevos. Ambos padres se encargan de la incubación, que dura alrededor de dos semanas, y posteriormente del cuidado de las crías.
La especie ha sufrido un declive considerable en las últimas décadas debido a la pérdida de hábitat, la caza excesiva en sus rutas migratorias y la intensificación de la agricultura. Se encuentra en la lista roja de la UICN como una especie "Vulnerable".
Son aves migratorias que pasan el invierno en África subsahariana y vuelan hacia Europa y Asia occidental durante la primavera para reproducirse.
La tórtola europea es conocida por su característico canto melódico y suave, que a menudo se asocia con el romanticismo y la paz. Ha sido representada en la cultura, el arte y la literatura, y a menudo es símbolo del amor y la fidelidad debido a su comportamiento monógamo.
En España, la tórtola europea está categorizada en peligro de extinción. La especie ha registrado un descenso pronunciado en los últimos años. Las principales causas son la caza y la alteración de su hábitat rural debido a prácticas agrícolas intensivas que reducen fuentes de alimento como las arvenses. Se están promoviendo diversas medidas de conservación, incluyendo la regulación de la caza, totalmente necesaria, y la gestión de los hábitats para proteger y recuperar las poblaciones de esta icónica especie.