Seguimos la serie de entradas sobre la Reserva Nacional del Masái Mara. En esta entrada el protagonista será otro de los grandes felinos: El Leopardo.
El Leopardo (Panthera pardus) es uno de los grandes félidos más adaptables. Habita en todo tipo de hábitats, siempre que tenga un lugar donde esconderse y existan suficientes presas para sobrevivir; se encuentra presente en bosques y selvas, en las sabanas, en los sembrados y en lugares rocosos, e incluso en desiertos. En algunos hábitats, el leopardo desarrolla formas para evadir a otros depredadores mayores o más numerosos, como es el caso del león y las hienas. Realmente, el único factor que limita al leopardo son los humanos.(1)
Tiene una silueta bastante maciza, con la cabeza redonda y la cola larga y fina. Sus patas son potentes, con cuatro dedos en las posteriores y cinco en las anteriores, siendo todas sus garras retráctiles. Alcanzan de 91 cm a 1,91 m de longitud, más la cola que mide de 58 a 110 cm y una altura en la cruz de 45 a 78 cm. Los machos adultos llegan a pesar entre 37 y 90 kg, y las hembras de 28 a 60 kg.(1)
Cazan preferentemente por la noche y acostumbran a pasar el día durmiendo entre la vegetación o sobre la rama de un árbol al que trepan con agilidad. Son animales solitarios excepto en época de reproducción.
A continuación reproducimos algunas fotos, las de un macho y una hembra con su cría, esta tenía casi un año pero permanecía con la madre...