Su plumaje en tonos marrones, beige y negro leonado, con un patrón que rompe su silueta, lo ayuda a camuflarse. Destacan sus cautivadores ojos anaranjados o amarillos y su fuerte pico curvado, ideal para desgarrar sus presas. Sus garras son poderosas y adecuadas para la caza. También se destacan sus "orejas" o penachos, que no son orejas reales, sino parte de las plumas, y se considera que ayudan en la comunicación entre búhos.

Su época de reproducción varía según la región, generalmente entre finales de invierno y primavera. Prefiere sitios naturales como repisas de roca o cavidades en árboles grandes sobre nidos elaborados. Durante el cortejo, el macho atrae a la hembra con llamativos vuelos y le ofrece alimento. Tras la puesta de 1 a 4 huevos, blancos y redondeados, la hembra los incuba durante un mes, mientras el macho se encarga de proveer comida. Los padres alimentan a los polluelos, que nacen cubiertos de plumón blanco y dependen completamente de ellos hasta que pueden volar, a las 7 u 8 semanas.

El búho real es mayormente nocturno, aunque puede estar activo al amanecer o atardecer. Es territorial y solitario, tolerando únicamente a su pareja. Cuando se siente en peligro, infla sus plumas para parecer más intimidante y emite sonidos agudos o siseos .
Aunque globalmente no está en peligro de extinción, enfrenta amenazas locales como la pérdida de hábitats, disminución de presas, envenenamiento accidental y colisiones con infraestructuras humanas. En España está legalmente protegido, y se promueven programas de conservación, como la protección de sus zonas de anidamiento y la reintroducción en áreas donde ha desaparecido.
Con un fuerte simbolismo cultural, en Europa se le relaciona con sabiduría y misterios, pero también con la muerte o malos augurios debido a su imponente aspecto y sus sonidos nocturnos. En Asia, en cambio, se le considera un protector frente a los espíritus malignos.
Hoy en día, representa un emblema de la naturaleza salvaje y su valor dentro de los ecosistemas.
A continuación publicamos algunas imágenes de un macho de esta especie en la Sierra de Guadarrama en Madrid: