Amanecer en el Embalse de Santillana. Sierra de Guadarrama. Madrid. España.

Descubriendo la naturaleza a través de las aves….

11 de septiembre de 2024

El Águila perdicera: símbolo de fuerza y supervivencia

El Águila perdicera, también conocida como Águila de Bonelli (Aquila fasciata o Hieraaetus fasciatus), es una impresionante ave rapaz que se encuentra en diversas regiones del mundo, en España afortunadamente podemos verlas surcar lo cielos a pesar de los peligros para su conservación. Destaca por su habilidad para cazar y su majestuosidad en vuelo.

El tamaño esta rapaz es grande, pero más pequeñas que sus compañeras del cielos las águilas real e imperial. Los adultos miden aproximadamente 60-75 cm de longitud y tienen una envergadura de alas que oscila entre 145-180 cm. Los machos y las hembras son similares en apariencia, aunque las hembras suelen ser un poco más grandes, una característica común en muchas aves rapaces. Esta diferencia de tamaño se denomina dimorfismo sexual inverso.

El plumaje de los adultos presenta un contraste notable: la parte dorsal es de color pardo oscuro, mientras que la ventral es clara con estrías marrones en el pecho y el vientre, que pueden variar en densidad. Las plumas de la cola muestran bandas horizontales que ayudan a identificarlas. Los jóvenes presentan un plumaje más uniforme y más pálido, que se oscurece gradualmente hasta alcanzar el patrón adulto alrededor de los cuatro años.

Su pico es fuerte, grueso y curvado hacia abajo, específicamente adaptado para desgarrar la carne de sus presas. Sus talones son poderosos, con garras afiladas que les permiten capturar y sujetar a sus presas con eficacia. Esta combinación de pico y garras la convierte en una cazadora formidable.

Se alimenta principalmente de carne. Su dieta incluye desde aves medianas, como perdices, palomas y córvidos, hasta mamíferos pequeños y medianos como conejos y liebres. En menor medida, también se alimenta de reptiles y grandes insectos, mostrando una notable adaptabilidad en su alimentación.

Para cazar, utiliza su aguda visión para localizar a sus presas desde grandes alturas. Puede volar a grandes altitudes planeando y aprovechando las corrientes térmicas para ahorrar energía. Una vez localizada la presa, puede lanzarse en picada a gran velocidad, alcanzando velocidades sorprendentes gracias a su morfología aerodinámica. Es conocida por su habilidad y rapidez en la caza, lo que le permite capturar presas tanto en el aire como en el suelo.

Suele anidar en acantilados o árboles altos, preferentemente en zonas escarpadas y de difícil acceso, lo que ofrece protección contra predadores y disturbios humanos. En algunas regiones, también puede hacerlo en estructuras antrópicas como torres y edificios abandonados. 

El período de cortejo incluye vuelos acrobáticos y exhibiciones vocales, donde la pareja realiza maniobras sincronizadas y se entregan presas como parte del cortejo. Estos rituales refuerzan el vínculo entre la pareja, que suele ser monógama y puede mantenerse unida de por vida.

La hembra pone entre 1 y 3 huevos, generalmente a comienzos de la primavera. Ambos padres participan en la incubación, que dura aproximadamente 40 días. Las crías, al nacer, son alimentadas y protegidas por ambos padres. Durante los primeros días, es la hembra la que se queda más tiempo en el nido protegiendo a las crías mientras el macho se encarga de cazar. Las crías empiezan a volar entre los 60 y 70 días de vida, aunque siguen siendo dependientes de los padres por algún tiempo más mientras aprenden a cazar por sí mismas.

Prefiere hábitats montañosos, zonas boscosas y áreas con escarpes y barrancos. Su distribución incluye el sur de Europa, el norte de África, Oriente Medio y partes de Asia, extendiéndose hacia el subcontinente indio.

En la Península Ibérica se encuentra una de las poblaciones más importantes y estudiadas de esta especie. Se adapta tanto a ambientes mediterráneos con mosaicos de bosques y áreas abiertas como a regiones de sierra y montañas.

Esta especie es principalmente diurna. Realiza la mayoría de sus actividades de caza y vuelo durante el día, mostrando una actividad reducida al amanecer y al atardecer. Es territorial y suele cazar sola o en pareja, especialmente durante la temporada de cría. Los territorios de caza pueden ser muy extensos, y la especie defiende vigorosamente su área contra intrusos de su misma especie o competidores.

Tiene interacciones mínimas con otras especies, principalmente debido a su posición como depredador. Sin embargo, puede entrar en conflicto con otras aves rapaces grandes por alimento y territorio. En situaciones de competencia, su comportamiento agresivo y el uso del tamaño y la fuerza le dan ventaja.

El águila perdicera está catalogada como "Casi Amenazada" según la Lista Roja de la UICN. Las principales amenazas incluyen la pérdida y fragmentación del hábitat debido a la expansión agrícola y urbana, la disminución de las poblaciones de presas naturales, el envenenamiento por uso de rodenticidas y pesticidas, y la caza ilegal. Los accidentes con tendidos eléctricos también son una causa significativa de mortalidad.

Existen varios programas de conservación que buscan proteger esta especie. Estos incluyen la protección de sus hábitats naturales, la reintroducción de presas en áreas donde han disminuido, y la instalación de estructuras que eviten colisiones con tendidos eléctricos. También se llevan a cabo esfuerzos de sensibilización y educación para reducir la persecución y el envenenamiento.

En varias culturas, esta especie es vista como un símbolo de fuerza y poder. En la Península Ibérica, ha sido motivo de leyendas y mitos que destacan su destreza y majestuosidad. A lo largo de la historia, ha aparecido en escudos y emblemas como símbolo de nobleza y valentía.

En resumen, la perdicera es un ejemplo impresionante de adaptación y especialización en el reino animal. Su combinación de características físicas y comportamentales la convierten en una de las aves rapaces más fascinantes y dignas de admiración, además de ser una especie clave en los ecosistemas donde habita. Su preservación no solo es crucial para mantener el equilibrio ecológico, sino también para mantener el legado cultural y natural de las regiones donde reside.

A continuación reproducimos algunas fotografías de esta rapaz: